Discurso del Embajador de Ucrania
en la Mesa Redonda “A 25 años de la Independencia de Ucrania”
(7 de mayo de 2016)
Excelentísimo Señor Profesor Dr. Pedro Lylyk, Presidente de la Representación Central Ucrania en la República Argentina,
Estimados colegas del Cuerpo Diplomático y amigos de las asociaciones de la colectividad ucraniana,
Señoras y Señores,
Quisiera iniciar mi discurso hoy recordando que mañana, 8 de mayo, en Ucrania y en toda Europa, se conmemora el Día de la Victoria sobre el Nazismo en la Segunda Guerra Mundial, que en Ucrania también desde el año pasado es llamado el Día de Memoria y de la Reflexión. Ucrania se juntó de esta manera a la tradición europea de conmemorar esta fecha el 8 de mayo, homenajeando a los veteranos de aquella guerra, muy pocos que quedan, y honrando la memoria de millones de seres humanos caídos en los campos de batalla, en los campos de concentración y en los territorios ocupados. Ucrania, que fue una de las naciones más afectadas por aquella guerra y perdió entre 8 a 10 millones de sus habitantes, conoce muy bien el precio de la paz.
Por eso usamos hoy la flor de amapola como símbolo mundial de aquella victoria sobre la “peste parda” del nazismo que fue lograda hace 71 años por la coalición anti-hitleriana, con enormes sacrificios y a cuesta de innumerables víctimas y sufrimientos.
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Este año es un año especial en la vida de mi país y del Pueblo Ucraniano. Hace casi 25 años, el 24 de agosto de 1991 a raíz de profundas transformaciones geopolíticas ocurridas tras la desintegración de la Unión Soviética nacía un nuevo estado independiente – Ucrania. Este día llegó a coronar un largo período de la lucha por la independencia cumpliendo el sueño más anhelado de muchas generaciones de los ucranianos que a lo largo de su historia milenaria durante varios siglos sufrieron bajo el dominio extranjero y pocas veces gozaban de una verdadera libertad.
Los imperios que otrora dominaban partes del territorio ucraniano como el Otomán, el Austro-Húngaro, el Ruso hacía mucho que habían pasado a la historia y ahora se desmoronaba el coloso con los pies de barro que unía por fuerza a 15 repúblicas socialistas soviéticas, abriendo camino a la independencia de cada una de ellas. Ucrania finalmente se quedó libre con sus tierras fértiles que le habían traído en el pasado la fama del “granero de Europa”, con su gente trabajadora y bien educada, pero también con empresas de la industria siderúrgica, metalmecánica, industria naval, aeronáutica y aeroespacial que fue heredada de la Unión.
El Acta de Declaración de la Soberanía Estatal de Ucrania aprobada por el Parlamento Ucraniano aquel histórico 24 de agosto de 1991 fue apoyada por más de 90% de los ucranianos que participaron del referéndum nacional el 1 de diciembre del mismo año.
Ahora, pasado un cuarto de siglo desde aquellos históricos días, me gustaría dar una mirada hacia atrás y hacia delante, al tiempo de hacer unas reflexiones sobre el tema que significó la conquista de la independencia para nuestro país y para Europa en general y los desafíos que hasta ahora tenemos que seguir enfrentando.
A los conocedores de la historia europea a veces les cuesta explicar como es posible que el pueblo ucraniano que más de mil años atrás formó el primer estado de los eslavos orientales – la Rus de Kiev que fue entre los más poderosos de aquella Europa medieval, unido por lazos matrimoniales con prácticamente todas las casas reales europeas, volvió a consolidarse como un estado independiente hace apenas 25 años. Pero la reconquista o el restablecimiento de la independencia – llamémoslo así pues la República Popular Ucraniana ya había existido un par de años entre 1917 y 1920 – que llegó en 1991 casi como un regalo, sin derramamiento de sangre, les parecía a muchos como una aventura romántica, un hecho consumado que nadie podría poner en duda y quitarnos.
Lamentablemente, los sucesos de los últimos dos años, en primer lugar la anexión descarada de Crimea por Rusia, en violación de todos los acuerdos vigentes y del derecho internacional, seguida por la agresión rusa en el Este, en la región de Donbás, tanto abierta como enmascarada o la llamada “guerra híbrida”, mostraron que aún tenemos que luchar por nuestra verdadera independencia, pagando el precio más alto que se puede imaginar – las vidas de nuestros mejores hijos e hijas.
Ucrania se ha madurado mucho en esos últimos dos años. Como dijo el Presidente Petro Poroshenko, de románticos de independencia nos hemos convertido en pragmáticos de la independencia. Hemos conocido el verdadero precio de la libertad e independencia y ahora, lamentablemente, tenemos que estar pagándolo.
Estoy seguro que todos los presentes en esta sala recuerdan bien que tras el levantamiento masivo de todo un pueblo, en el frío invierno de 2013-2014, contra el entonces régimen corrupto y arbitrario, que entró en la historia como Euromaidán o “La Revolución de la Dignidad” y culminó con el derrocamiento de aquel régimen, el Pueblo Ucraniano optó invariablemente por el camino del acercamiento a Europa, a la cual siempre hemos pertenecido histórica, mental e intelectualmente.
Este hecho no fue bien recibido por el “gran vecino del Norte” que no quería perder Ucrania del área de su influencia. Aprovechando la debilidad institucional existente en el país tras la fuga del ex-presidente Yanukovych, Moscú asestó un golpe traicionero por la espalda a nuestro país. La agresión externa contra nuestro país le costó miles de vidas humanas (cerca de 10 mil muertos), enormes pérdidas en términos económicos e infraestructurales, además de provocar un éxodo masivo de la zona del conflicto – más de 1,5 millones de habitantes de la región del Donbás tuvieron que abandonar sus hogares y se convirtieron en refugiados dentro de su propio país.
A pesar de los difíciles compromisos conseguidos en las sucesivas reuniones en Minsk, la guerra no declarada contra Ucrania, movida por separatistas pro-rusos con el apoyo y la participación directa de las tropas y del material bélico del país vecino, lamentablemente está aún lejos de terminar. Por todo ello Ucrania está más que nadie interesada en acabar el conflicto bélico cuanto antes, para lo cual viene cumpliendo rigurosamente su parte de los Acuerdos de Minsk, cosa que lamentablemente no encuentra reciprocidad por parte del país agresor ni de los combatientes pro-rusos.
Por eso podemos afirmar con todo derecho que el mayor obstáculo en el proceso de paz en Donbas es la reticencia del Kremlin en cumplir con sus obligaciones y ejercer su influencia para que las observen también sus títeres secesionistas de las llamadas “Repúblicas Populares” de Donetsk y Lugansk, a los que no reconoce ningún país del mundo, ni siquiera la propia Rusia que los mantiene y apoya logística, financiera y militarmente.
Yo estoy de acuerdo con la opinión de muchos politólogos que afirman que después de lo sucedido en el transcurso de los últimos dos años y medio Ucrania ha salido finalmente de la etapa pos-soviética, habiendo roto su cordón umbilical que la ataba al antiguo imperio, y se ha puesto firmemente en el camino del desarrollo democrático.
No voy a detenerme mucho en el asunto del conflicto en el Este de Ucrania pues no es éste el tema de nuestra mesa redonda, lo único que agregaré es que Ucrania valora altamente todo el apoyo internacional que recibimos de nuestros amigos – todos los países democráticos del mundo, en forma de votaciones pro-ucranianas en diferentes órganos internacionales, en forma de apoyo en las negociaciones de paz en diferentes formatos, o en forma de duras sanciones políticas y económicas impuestas contra el país agresor, que fueron aplicadas y seguirán vigentes hasta que Moscú cumpla sus compromisos y retire sus tropas, material bélico y cese su apoyo a los terroristas. A los embajadores de esos países amigos que están presentes hoy en esta sala va nuestro sincero agradecimiento!
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Señoras y Señores,
Una vez que el tema de nuestra mesa redonda es el aniversario de nuestra independencia, me gustaría hablar un poco sobre la actualidad de mi país, sobre las transformaciones que están siendo realizadas en Ucrania, a pesar de la desfavorable coyuntura externa y la necesidad de aplicar enormes recursos para garantizar la defensa de la soberanía e integridad territorial de nuestro país.
Estamos conscientes de que la lucha por el futuro de una nación no se libra apenas en campo de batalla, sino también en los despachos y las instituciones de Estado.
Y esta lucha pasa por la consolidación de una economía donde los conocimientos y la iniciativa empresarial valen más que el tráfico de influencias. También pasa por la creación de una sociedad gobernada por el estado de derecho y la primacía de la ley, donde el tumor cancerígeno de la corrupción sea eliminado definitivamente de la política.
A principios de 2015 el Presidente Poroshenko formuló la Estrategia del desarrollo sostenible de Ucrania hasta el año 2020. Fueron determinados como prioritarias las áreas siguientes: la reforma de la seguridad nacional y del sector de defensa, la lucha anticorrupción, la reforma judicial y de la seguridad ciudadana, la descentralización y la reforma de la administración pública, la de-regularización y el desarrollo de la actividad empresarial privada, la reforma del sistema de salud y la reforma tributaria.
1. En un país como Ucrania, y les recordaré que es el más grande por su tamaño que se encuentra en términos geográficos enteramente en Europa, la descentralización se ve como la pieza fundamental para el éxito de las reformas. Las dos últimas décadas evidenciaron que el rígido sistema de subordinación de las regiones a la capital, que fue heredado de la época soviética, quedó tanto obsoleto como ineficaz.
Según la reforma implementada en esta área, ahora las regiones y municipalidades fueron dotadas tanto de más facultades como – lo más importante – de instrumentos y recursos financieros para realizar esas facultades. Como consecuencia, las autoridades a nivel regional y local disponen de una vasta autonomía en definir las prioridades del desarrollo socioeconómico, infraestructural etc. de sus respectivas regiones.
2. Los eventos en EuroMaidán del invierno de 2013-2014 cuando manifestaciones pacíficas de ciudadanos fueron cruelmente reprimidas y dispersadas por fuerzas policiales antidisturbios, evidenciaron la urgencia de la reforma del sistema de seguridad ciudadana. Hace 2 años la milicia, otro anacronismo del sistema soviético, representaba un instrumento de persecución política sumamente represivo. Para afrontar este problema y limpiar los órganos de seguridad, el poder judicial y la fiscalía, plagados de colaboradores del antiguo régimen, el parlamento de Ucrania aprobó la legislación sobre la “lustración” de los funcionarios públicos.
Como resultado, los altos cargos que sirvieron fielmente al anterior régimen, fueron despedidos automáticamente y se les prohibió ocupar cargos públicos. Todos los demás se vieron obligados a someterse a un examen exhaustivo que comprendió las declaraciones de patrimonio, sujeto a la comprobación del enriquecimiento ilícito por corrupción.
De esta forma, la policía, así se llama ahora como en todo el mundo, fue re-fundada o mejor dicho creada desde cero y funciona en todas las capitales regionales y grandes ciudades del país. Como evidencian las encuestas de la opinión pública, la nueva policía junto con la iglesia y las Fuerzas Armadas es una institución que goza de más confianza de la población, un hecho sin precedentes en la historia de nuestro país.
3. Al mismo tiempo, hay que reconocer que la tarea de la reforma del poder judicial y de la fiscalía resulta más compleja, por lo cual su implementación, dividida en varias etapas, continúa hasta la fecha.
4. Por otro lado, se registra un progreso significativo en materia de la lucha anticorrupción. El parlamento electo en 2014 aprobó la legislación que introduce una serie de normas que transparentan las finanzas de Estado y en particular todas las licitaciones públicas.
El año pasado fue creada la Oficina Nacional Anticorrupción, cuyo presidente, dicho sea de paso, fue elegido en un concurso público y transparente entre varias candidaturas sometidas a un rígido escrutinio. Dicho órgano tiene a su cargo la investigación de los crímenes de corrupción cometidos por los altos cargos del Estado, así como la prevención de los delitos de la corrupción que representan una amenaza a la seguridad nacional.
Pero en honor a la verdad tenemos que reconocer que la herencia del antiguo sistema es tan pesado, las metástasis del tumor de corrupción son tan profundamente penetradas en todas las áreas de la vida pública y social, desde la medicina y educación hasta oficinas de compras públicas, que se necesitarán varios años y enormes esfuerzos para erradicar o por lo menos reducir considerablemente este mal.
5. Hace apenas 6 días, el 1º de mayo para ser exacto, entró en vigor la nueva Ley del Servicio Público que se convierte en un instrumento de transformación de la maquinaria burocrática post-soviética en un servicio moderno de Estado. A base de la Ley mencionada serán transformados los principios del trabajo del Gobierno y otras agencias e instituciones de Estado, incluyendo la introducción de las tecnologías de e-government o el gobierno electrónico.
6. Para no sobrecargarlos con datos y números apenas voy a enumerar algunas otras transformaciones que están siendo implementadas actualmente en mi país, en primer lugar las reformas del sistema tributario y aduanero, las cuales, junto con una de-regularización integral y la reducción del número de agencias públicas con función de control y reglamentación, están destinadas a crear un sistema simplificado y transparente de administración de impuestos y tributos que permitiría reducir la economía escondida y expandir la base impositiva legal.
El Gobierno de Ucrania está consciente de que una economía basada en las materias primas baratas no da ventajas a largo plazo. En cambio, el sector de PYMES, que genera el alto valor agregado, se posiciona como la fuerza motriz del desarrollo económico y tecnológico así como de la creación de nuevos puestos de trabajo de calidad.
El nuevo Gobierno de Ucrania encabezado por el Primer Ministro Volodymyr Groysman que fue formado a mediados de abril pasado a base de dos fuerzas políticas más grandes presentes en el Parlamento, está enfocado simultáneamente en afrontar de urgencia los problemas actuales y sentar las bases del desarrollo en el futuro. El objetivo principal consiste en hacer irreversible la transformación de Ucrania en un estado europeo moderno a base de un desarrollo económico sostenible.
La tarea fundamental para este año, tanto para el pueblo, como para la clase política es demostrar que la crisis que traspasa Ucrania es una crisis del crecimiento evolutivo del país. Esta crisis debe ser superada y la tarea principal del nuevo Gobierno consiste en encontrar soluciones que de una vez para siempre eliminen de la agenda las cuestiones más sensibles para la sociedad y de esta forma restituir la credibilidad y devolver a los ciudadanos la confianza en un mejor porvenir.
Señoras y Señores,
Para finalizar mi disertación quisiera volver al tema principal – que significan los primeros 25 años de vida de un país joven y dinámico, pero con tradiciones muy antiguas, como Ucrania.
Pues para muchos en Ucrania y para mí particularmente este período podría ser claramente subdividido en dos partes – los primeros 22 años de una serie de gobiernos, no diría abiertamente pro-rusos, algunos inclusive con fuerte retórica nacionalista, pero que no hacían muchos esfuerzos para salir de la órbita post-soviética y de la mano protectora del “gran hermano del Norte”, haciéndose valer del desarrollo extensivo e ineficiente, en primer lugar, de la industria pesada heredada de la ex-URSS.
Y los últimos dos años y medio que han mostrado al mundo el verdadero carácter del Pueblo ucraniano – heredero de los legendarios cosacos de Zaporizhia, valientes defensores de su tierra en la época medieval. Y fue en el transcurso de esos dos años que se ha iniciado la implementación de las reformas políticas y socioeconómicas profundas que el país necesitaba tanto – muchas veces dolorosas y sin efecto inmediato – pero que a la larga deberán transformar Ucrania y colocarla en el nivel de potencias más desarrolladas de Europa y del mundo.
Quiero decir también que hoy día Ucrania está en la vanguardia, en la primera línea de defensa de los valores que crearon una Europa económicamente próspera, una Europa étnica y religiosamente tolerante, una Europa solidaria, una Europa comunitaria. Con la sangre que sus hijos e hijas han derramado en el EuroMaidán y en Donbás, Ucrania demuestra su compromiso con estos valores, reafirmando su identidad europea y su vocación europea.
La guerra gestada y desatada por el Kremlin contra esta Ucrania europea complica enormemente las tareas de transformación del país pero definitivamente no está en condiciones de detener el movimiento de Ucrania hacia la civilización y el progreso.
En el EuroMaidán Ucrania hizo su elección trascendental. La sociedad ucraniana está empeñada en desmantelar las viejas reglas y el sistema político y económico obsoleto y corrupto con el fin de convertirse en una nación moderna. A la Nación Ucraniana le queda mucho por hacer en este camino. Pero la Nación Ucraniana comprobó que es capaz de hacerlo y tiene voluntad de hacerlo.
Por eso, celebrando este aniversario de los primeros 25 años de nuestra independencia, sigo siendo optimista cuanto al futuro de mi país que va a superar, como lo hizo muchas veces en su historia, las vicisitudes del destino, conseguirá la paz y ocupará su digno lugar en la familia europea de naciones. ¡Muchas gracias por su atención!