A 3 AÑOS DE LA OCUPACIÓN ILÍCITA DE CRIMEA
La Península de Crimea es una región ucraniana tanto desde el punto de vista geográfico como histórico. Por un lado, es una península, ubicada en la costa septentrional del mar Negro, que se une con el territorio continental de la región ucraniana de Jersón por un istmo.
Desde el punto de vista histórico, en muchos períodos de la Historia Crimea ha sido también una parte de Ucrania. Sin embargo, durante los tiempos de la antigüedad, fueron los griegos quienes establecieron las primeras colonias sobre toda la costa septentrional del mar Negro. Entre ellas – las de Feodosia y Jersonés (en el área de la actual ciudad de Sebastópol) en Crimea y la ciudad de Olvia cerca de Mykolaiv, que fueron las llamadas ciudades-estados más importantes en la región por aquel entonces (siglo V a.C.).
Más tarde Crimea se iba desarrollando de una manera sincrónica con la Ucrania continental. Tanto en la Edad Media y los tiempos de la opresión tártara y mongola, como en la Edad Nueva cuando tras la guerra ruso-turca del siglo XIX la península fue incuida al Imperio ruso y bajo el nombre de la Gubernia de Táurida unió a los territorios de Crimea y de la Ucrania meridional.
El pueblo autóctono de Crimea son los tártaros de Crimea – un grupo étnico de origen túrquico, que profesan islam sunni y tienen su propia lengua. Aunque los tártaros siempre vivían en la península, durante los tiempos soviéticos, en 1944, las autoridades de Moscú los acusaron de colaboración con los nazis y los deportaron a Siberia y a otras regiones lejanas de la Unión Soviética, como el Asia Central, liberando de este modo a la tierra de Crimea para la creación posterior de balnearios y bases militares.
En el proceso de la disolución de la URSS en 1990-1991, a pesar de las tentativas y provocaciones rusas, la población de Crimea votó por quedarse en Ucrania y la mayoría absoluta de los habitantes de la península, así como de toda Ucrania, votó por la independencia de Ucrania en diciembre de 1991 y apoyó su salida de la URSS.
Crimea fue dotada por el Gobierno Ucraniano con el estatus de la República Autónoma y obtuvo su propia gobernación – con el parlamento y el Gabinete de Ministros con amplios poderes, lo cual fue fijado más tarde, en 1996, de manera oficial en la Constitución de Ucrania (era la única unidad administrativa de Ucrania que tenía ese estatus).
La Ucrania independiente en los principios de los años 1990 emprezó una campaña oficial del apoyo al pueblo tártaro de Crimea. A la tierra de sus antepasados regresaron más de 300.000 tártaros. En el año 2006 comenzaron las primeras transmisiones de televisión en el idioma tártaro de Crimea. Los tártaros también tenían sus propios radios y periódicos. En Simferopol (capital de la península) funcionaba tambien su propio órgano representativo – el Mejlis del pueblo tártaro de Crimea.
Después de la resolución del estatus de la península la más grande pieza de discordia que quedaba era la base naval rusa en la ciudad de Sebastópol. De acuerdo con los tratados bilaterales firmados entre Ucrania y Rusia sobre el estatus y las condiciones de la permanencia en Ucrania de la flota del mar Negro, dicha base podía basarse en Ucrania inicialmente hasta 2017, y luego – hasta 2042.
El comienzo de la Revolución de Dignidad en noviembre de 2013 hizo a Rusia comprender la inminencia del pronto cambio del régimen político en Ucrania, la cual ya no sería tan dependiente de Rusia. Aprovechando la ocasión, el Kremlin empezó la campaña preparativa para la anexión ilícita del territorio ucraniano. Desde diciembre de 2013, paralelamente con las protestas en el Maydan, Rusia empezó a organizar en la península las protestas prorrusas. Fue creada una amplia red de inteligencia en Crimea, dispuesta en cualquier momento a “calentar” la situación en la península. Al mismo tiempo, Rusia “compraba” en masa a los funcionarios de diferentes órganos de gobernación de Crimea.
Se considera que la anexión abierta de la península de Crimea por el ejército ruso comenzó el 20 de febrero de 2014. En ese momento Viktor Yanukovich todavía estaba en el cargo de Presidente de Ucrania. Este hecho contradice a las declaraciones de las autoridades rusas, según las cuales el proceso de "retorno" de la Crimea de Rusia comenzó el 22 de febrero de 2014 y fue causado por la privación de Viktor Yanukovich de su cargo. Este hecho también es confirmado por una condecoración rusa - la medalla "Por el retorno de Crimea", en la que la fecha de inicio de la anexión de la península de Crimea se indica el 20 de febrero de 2014.
Después de la huida de Ucrania de Viktor Yanukovich, las protestas separatistas, instigadas y financiadas por agentes rusos, estallaron en Crimea con un vigor renovado. El 23 de febrero en Sebastópol se celebró una manifestación con la presencia de cerca de 20.000 personas, durante la cual se decidió no transferir los impuestos a Kyiv.
En la noche del 27 de febrero, el parlamento y el gobierno de Crimea fueron tomados por militantes desconocidos, que colgaron la bandera de la Federación de Rusia sobre los edificios. Sin embargo, esa supuesta toma de los edificios gubernamentales no les impidió a los parlamentarios de reunirse y decidir organizar un referéndum sobre el estatus de Crimea. Sincrónicamente, el mismo día fueron tomados el aeropuerto de Sebastopol, la estación ferroviaria de Kerch, el aeropuerto de Simferopol, o sea los puntos clave del transporte en la región. Los militares rusos (llamados “hombrecitos verdes” o “gente amable”) empezaron a bloquear las unidades e instalaciones militares ucranianas de la península.
El 16 de marzo de 2014 se celebró un “referéndum” sobre el estatus de Crimea. El mismo fue realizado en contra de la legislación de Ucrania que no prevé referendos locales. Todas las cuestiones relacionadas con los cambios en las fronteras de Ucrania exigen un referéndum nacional. A pesar del decreto del Presidente interino de Ucrania y el respectivo fallo de la Corte Constitucional de Ucrania, el referéndum se llevó a cabo. Ya en dos días, el 18 de marzo, en Moscú fue firmado un tratado sobre la adhesión de Crimea a Rusia. (Resultado falsificado!).
Como resultado de la anexión illegal de la República Autónoma de Crimea y la ciudad de Sebastópol por Rusia en 2014, el proceso de la repatriación e integración social de los tártaros de Crimea, deportados antiguamente, se ha interrumpido. El pueblo tártaro de Crimea está de nuevo bajo la amenaza de la violencia y el terror. Las autoridades del Kremlin cada día aumentan la presión sobre los representantes del pueblo tártaro de Crimea.
Se han registrado muchos casos de las detenciones arbitrarias de los tártaros de Crimea y desapariciones forzadas de las personas que están en contra de política rusa en la península. Los allanamientos de las casas de los tártaros de Crimea y de los ucranianos que viven en la península se convirtieron en una práctica cotidiana de las autoridades rusas.
Por ejemplo, Volodymyr Balukh fue condenado a casi 4 años de prisión sólo por su consciencia civil y la oposición pacífica a la ocupación ilícita de su tierra madre – por el hecho de izar la bandera ucraniana sobre su casa.
Ruslán Zeylullayev, activista de las manifestaciones antirussas en Crimea, fue condenado a 15 años de encarcelamiento, basándose en acusaciones falsas de organizar una asociación terrorista y realizar la actividad terrorista en el territorio de la República Autónoma de Crimea temporalmente ocupada.
Hace dos semanas el el Vice-Presidente del Mejlis del pueblo tártaro de Crimea Ahtem Chiygoz fue condenado a 8 años de prisión por su apoyo de la integridad territorial de Ucrania y su lucha por los derechos humanos, lo cual ha sido una nueva evidencia de la política represiva de la Federación de Rusia en la península de Crimea dirigida a oprimir cualquier disidencia y oposición al régimen del Kremlin.
Otros lideres del Medjlis ni siquiera pueden ingresar al territorio de Crimea. Es prohibido para ellos, según las “leyes” de la Crimea ocupada.
El 26 de abril del año pasado, el llamado “Tribunal supremo” de la Crimea ocupada adoptó la decisión de prohibir totalmente el Mejlís del pueblo tártaro de Crimea – órgano clave de la autodeterminación nacional de los tártaros de Crimea, cuya base es el principio de la no violencia – tras reconocer su actividad como “extremista”.
Además, en los últimos 3,5 años Rusia ha militarizado enormemente la península, convirtiéndola en un enorme polígono bélico, como se puede ver en este cuadro, e inclusive ha amenazado a desplegar armas nucleares allí, lo cual sería una flagrante violación de todos los tratados de la no proliferación nuclear.
Lo que acabo de relatar vuelve a demostrar la necesidad urgente de que se tomen medidas más activas por parte de la comunidad internacional para proteger los derechos humanos en la Crimea ocupada y garantizar el acceso libre de los organismos internacionales de derechos humanos para vigilar la situación en esta área en la península.
En este sentido, es importante mencionar que la comunidad internacional, todo el mundo democrático, no reconoce la ocupación de Crimea desde el propio momento de la anexión ilícita.
El 27 de marzo de 2014 la Asamblea General de la ONU adoptó la resolución “Integridad territorial de Ucrania” A/Res/68/262 con la mayoría absoluta de votos (100 votos – a favor, 11 – en contra). Con esta resolución, el órgano político más importante y más representativo de las Naciones Unidas ha confirmado su apego a la soberanía, la independencia política, la unidad y la integridad territorial de Ucrania en conformidad con sus fronteras internacionalmente reconocidas. La Asamblea General ha llamado a que no sea admitido cualquier cambio del status de la República Autónoma de Crimea y de la ciudad de Sebastópol a base de un referéndum ilegal.
Otra respuesta de la comunidad internacional a la ocupación ilícita de Crimea es la introducción de las sanciones económicas. Más de 40 países del mundo las han introducido, entre los cuales – la UE, EEUU, Canadá, Japón, Noruega, Suiza, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y otros.
Y Rusia sufre – y mucho – el efecto de esas sanciones, al igual que las empresas occidentales que intentan violarlas. De este modo, ahora una de las empresas más grandes del mundo – “Siemens” – presentó una serie de demandas judiciales a las cortes internacionales y rompió los contratos con las empresas rusas por el suministro de turbogeneradores a la Crimea ocupada en julio de 2017. Engañando a sus socios internacionales, la empresa estatal rusa “Technopromeksport” bajo pretexto de construir una central eléctrica en otra región de Rusia, suministró los turbogeneradores a Crimea.
Además de numerosas resoluciones de tales organizaciones europeas como la OSCE y el Consejo de Europa y de sus asambleas parlamentarias, donde Rusia se nombra directamente como agresor y estado ocupante, otro documento importante internacional es la resolución de la Asamblea General de la ONU “Situación de los Derechos Humanos en la República Autónoma de Crimea y la ciudad de Sebastópol (Ucrania)” A/Res/71/205 adoptada el 19 de diciembre de 2016. Este documento contiene definiciones claras y precisas sobre el estatus de Crimea y de la ciudad de Sebastopol como parte del territorio de Ucrania, condena la ocupación temporal de la península de Crimea por la Federación de Rusia y no reconoce la tentativa de su agresión por parte del estado-ocupante.
Uno de los elementos clave de la Resolución es el llamado para asegurar un acceso irrestringido de los mecanismos internacionales de protección de derechos humanos a la península temporalmente ocupada para realizar el monitoreo e informes sobre la situación, de acuerdo con su respectivo mandato. En primer lugar, dicho llamado está dirigido al Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y a su Misión del Monitoreo de la Situación en la esfera de DDHH que está funcionando en Ucrania.
Durante los últimos tres años la península sigue siendo un espacio gris en el mapa del mundo. Nadie sabe lo que está pasando allí por la ausencia de cualquier presencia internacional permanente para asegurar, por lo mínimo, el monitoreo del respeto de los derechos humanos. En todo el período de la anexión ilícita, apenas tres misiones internacionales lograron visitar Crimea: el Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa en 2014, la misión no oficial de Turquía en 2015 y la misión del Consejo de Europa en enero de 2016. Desde aquel entonces ningún órgano internacional puede lograr el acceso al territorio ocupado.
La estrategia ucraniana para recuperar Crimea pasa por la justicia internacional. En enero de 2017 Ucrania presentó una demanda formal contra Rusia a la Corte Internacional de Justicia de la ONU en la Haya por haber organizado un referéndum ilegal para legitimar la anexión ilegal de Crimea y la ciudad de Sebastópol en 2014 y de discriminar y maltratar a los tártaros, y las comunidades de ascendencia ucraniana, de la península. De manera formal presentamos la demanda por el hecho de violar dos documentos internacionales, de los que ambos Rusia y Ucrania son partes:
Ø El Convenio Internacional para la Represión de la Financiación del Terrorismo (1999) y
Ø la Convención internacional por la eliminación de todas las formas de discriminación racial (1965).
El 19 de abril de 2017 la Corte Internacional de Justicia de la ONU adoptó una decisión calificativa en el caso de Ucrania contra la Federación de Rusia, en lo que se refiere a la aplicación de medidas provisionales. Según esta decisión de la Corte, la Federación de Rusia, en la Crimea ocupada, debe abstenerse de mantener o introducir nuevas restricciones de los derechos de la comunidad tártara de Crimea en lo que toca a la preservación de sus instituciones representativas, incluido el Mejlis del Pueblo Tártaro de Crimea; y asegurar el acceso a la educación en la lengua ucraniana.
En lo que se refiere a la aplicación del Convenio Internacional para la Represión de la Financiación del Terrorismo, la Corte confirma la existencia del litigio entre Ucrania y la Federación de Rusia sobre la aplicación del Convenio; reconoce el cumplimiento, por parte de Ucrania, del procedimiento prejudicial necesario; reconoce su jurisdicción preliminar (prima facie) en este litigio.
Sin embargo, el proceso judicial es extremadamente largo. A continuación de la decisión calificativa adoptada, Ucrania debe presentar sus pruebas en el caso hasta el 12 de junio de 2018, y la Federación de Rusia debe presentar su respuesta hasta el 12 de julio de 2019.
Por el momento, desde todo el sistema de la ONU sólo el Consejo de Seguridad de la ONU sigue siendo un testigo impasible de la agresión rusa contra Ucrania. La explicación es evidente – el derecho de veto. De este modo todas las iniciativas ucranianas del arreglo pacífico del conflicto con Rusia en el Consejo de Seguridad han sido bloqueadas por ese país que es miembro permanente del Consejo.
Así, la iniciativa de Ucrania de despliegue de una operación de la paz de la ONU, presentada en 2015 buscaba más de dos años el apoyo diplomático necesario. Hace una semana dicha iniciativa fue nuevamente presentada por el Presidente Poroshenko en la Asamblea General en Nueva York.
Ahora creemos, que entramos en una etapa final de las discusiones sobre la necesidad de la presencia de la ONU en el Este de Ucrania. Todos nuestros socios más importantes – y del proceso de Minsk, y del formato de Ginebra, o sea, Alemania, Francia, los EEUU – como lo dijo abiertamente el Presidente Trump durante su reunión con el Presidente Poroshenko la semana pasada – apoyan la idea del depliegue de una misión de la ONU en el territorio temporalmente ocupado del Este de Ucrania, incluso con la parte de la frontera ucraniano-rusa que está temporalmente fuera del control del Gobierno Ucraniano.
Ucrania sigue siendo fiel a la busqueda de los medios del arreglo pacífico de nuestro conflicto con Rusia. Creemos que solo mediante las negociaciones diplomáticas podemos lograr este objetivo. Y la ONU sigue siendo el organo internacional más importante en el mantenimiento de la paz y la seguridad nacionales, como fue mencionado en su Carta, adoptada hace 72 años.
Quiero agradecer a todos los organizadores y participantes de este Modelo de la ONU porque estoy seguro que a través de esos eventos educativos se logra a promover el concepto de la diplomacia entre la juventud del mundo.
¡Muchas gracias!