Estimada Señora María Cristina Zinko, Vicepresidente de la Representación Central Ucrania en la República Argentina,
Estimado Señor Jorge Iwanyk, Presidente del Consejo Superior de la Representación Central Ucrania,
Excelentísimos Señores Embajadores, colegas del Cuerpo Diplomático,
Estimado Señor José Néstor Ureta, Director de Europa del Este del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación, otros representantes de la Cancillería Argentina,
Amigos de las organizaciones de la colectividad ucraniana,
Señoras y Señores,
Hoy estamos reunidos aquí en esta histórica Plaza de San Martín para celebrar el nuevo Aniversario de la Independencia de Ucrania. Un día como éste hace 26 años, el 24 de agosto de 1991, la Verjovna Rada (Parlamento) de la RSS Ucraniana proclamó el Acta de Declaración de la Independencia de Ucrania.
Desde ese momento la Fiesta de la Independencia siempre ha sido para nosotros, los ucranianos, la más importante y la más solemne.
Hay muchas razones para que esto sea así. Creo que las raíces vienen desde los tiempos más remotos, ya que nuestra independencia es un logro no solamente de la actual generación, sino el resultado de los esfuerzos conjuntos del Pueblo Ucraniano en todas las épocas de nuestra evolución.
Efectivamente, nuestro país tiene una larga tradición de la construcción del estado. Este año conmemoramos, entre otras fechas, el centenario de la creación de la Rada Central Ucraniana y del comienzo de la Revolución Nacional Ucraniana del siglo XX.
Al mismo tiempo, dentro de dos años – en 2019 – vamos a celebrar el milenario de la subida al trono en la Rus de Kyiv del Gran Príncipe Yaroslav el Sabio. Es la profundidad histórica real de nuestro estado.
Cada atributo de la Nación – nuestra bandera, nuestro escudo, nuestro himno, nuestro idioma, nuestras fronteras – ahora no son una mera abstracción o una formalidad para el pueblo. Son los marcadores de la identidad ucraniana. Son verdaderos símbolos patrios, de cuya posible pérdida tomamos conciencia en 2014, con el comienzo de la agresión rusa contra nuestro país.
Estimados amigos,
Los ucranianos por naturaleza somos uno de los pueblos más pacíficos y tolerantes del mundo.
La desintegración de la ex-Unión Soviética en 1991, a diferencia de otros grandes imperios, se produjo de forma pacífica y civilizada, sin una gota de sangre ni un solo tiro, en gran medida gracias a la posición responsable, decidida e inequívoca de Ucrania, cuando más de 90% de su población, el 1º de diciembre de aquel año apoyaron en el referéndum nacional la independencia de Ucrania.
Además, quiero recordarles que Ucrania fue el primer país en el mundo en rechazar unilateralmente, en el año 1994, a su arsenal nuclear que era en aquel tiempo el tercero en el mundo, tras recibir las garantías de nuestra seguridad e integridad territorial por parte de todas las potencias nucleares de la época.
A pesar de que estas garantías de seguridad, por desgracia, se quedaron sólo en papel después de la anexión ilícita de Crimea y de la ocupación temporal de algunas regiones de Donbás por parte de Rusia, Ucrania sigue a la vanguardia de los países que están a favor de la prohibición completa y la eliminación de las armas nucleares.
A pesar de las tentativas de la Federación de Rusia de atentar contra nuestra soberanía con la anexión ilícita de Crimea y el despliegue de sus tropas regulares y mercenarios en el Donbás, ya hace 3,5 años estamos luchando para defender nuestra propia identidad, la elección europea del Pueblo Ucraniano, nuestra libertad e independencia. Pero también luchamos por los valores democráticos europeos y libertades universales frente al modelo autocrático euroasiático que trata de imponer Rusia.
Y por suerte no estamos solos en esta lucha. Todos los países democráticos y civilizados de Europa y de otros continentes han condenado al agresor y siguen apoyando a Ucrania. Y la máxima expresión de esta solidaridad son las duras sanciones impuestas contra el estado-agresor, para obligarlo a retornar al cauce del derecho internacional. Agradezco a los representantes de los países amigos que están presentes hoy aquí por este apoyo invariable.
Como dijo el General José de San Martín, al pie del cuyo monumento estamos ahora, “Cuando hay libertad, todo demás sobra”.
Y para asegurar que “lo demás” sea más próximo, seguimos llevando a cabo profundas reformas socioeconómicas, semejantes a las realizadas en la Argentina. Ambos países seguimos aplicando enormes esfuerzos con el fin de superar las consecuencias de respectivos regímenes autoritarios y populistas.
Ambas nuestras naciones se esfuerzan por la integración inteligente al mundo y lo merecen. Tomando en cuenta el capital humano y el potencial de las economías de Ucrania y de la República Argentina, estoy seguro que contamos con un panorama favorable para intensificar nuestros lazos en los ámbitos de agricultura, comercio, inversiones mutuas, educación, ciencias y tecnologías, donde todavía existe un gran potencial para el desarrollo.
En este sentido, quiero destacar especialmente que el Estado Ucraniano valora mucho el aporte de los argentinos de origen ucranio al desarrollo de las relaciones de amistad entre nuestros países. Eso adquiere una importancia especial a pocos días de celebrarse el 120º aniversario de la llegada de los primeros inmigrantes ucranios a la República Argentina.
Durante 26 años de su independencia, Ucrania ha fortalecido sus lazos con los ucranianos en todo el mundo, los cuales siempre han promovido activamente la cooperación entre su patria histórica y el país de su residencia. Estoy seguro de que todos Uds, quienes representan la numerosa comunidad ucraniana en el exterior, ahora pueden ser una fuerza motriz en invitar al mundo a sumarnos en nuestra lucha por los valores democráticos, por la seguridad, por la verdad y por la paz.
En este día festivo, celebrando un nuevo aniversario de nuestra Independencia Nacional quiero desearles a todos los descendientes ucranianos en la República Argentina que estén unidos, pese a las diferencias que puedan existir, y también que tengan mucha felicidad, buena salud y éxitos en todos los dominios. Pero mi mayor deseo y sueño es que finalmente podamos lograr la paz para nuestra querida Ucrania que nos dará la posibilidad de modernizar el país y avanzar firmemente hacia nuestro futuro europeo.
¡Gracias a todos por la atención! ¡Gracias a la Argentina!
І Слава Україні!