Comunicado de la Embajada de Ucrania en la República Argentina con motivo del 72oaniversario la deportación de los tártaros de Crimea en 1944
El 18 de mayo de 2016, Ucrania y todo el mundo democrático rinden homenaje a la memoria de las victimas de la deportación de los tártaros de Crimea en 1944. Nuestra tarea de hoy es recordar esta página negra en la historia de Ucrania y del pueblo tártaro de Crimea para evitar su repetición en el futuro.
Historia de la deportación de los tártaros de Crimea
El 18 de mayo de 1944, apenas 6 días después de la liberación total de la península de Crimea de las tropas nazi-alemanes en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, los tártaros de Crimea, que eran el pueblo autóctono de la región desde los tiempos remotos, fueron deportados desde la península, como resultado de una acción de fuerza, ordenada por el entonces dictador soviético Joseph Stalin.
El gobierno soviético deportó a toda la población tártara de Crimea restante a la región del Asia Central, como una forma de castigo colectivo. Las acusaciones de una supuesta colaboración con los nazis durante la ocupación de Crimea en 1941-1944 y la rebelión antisoviética fueron las justificaciones oficiales de esta “operación” bárbara de deportación de todo un pueblo desde sus tierras ancestrales.
El decreto oficial soviético describió el "exilio" de los tártaros de Crimea (conocido en el idioma tártaro como Sürgünlik), como un procedimiento "muy humano". Pero la realidad, descrita por muchas víctimas en sus memorias, fue horrible. Más de 32.000 individuos de la NKVD (Comisariato del Pueblo para Asuntos Internos – la policía soviética de entonces) participaron en esta acción. A los deportados se les dio sólo 30 minutos para recoger sus pertenencias personales, después de lo que fueron llevados a fuerza para ser transportados en trenes de ganado. Del número total de personas que fueron deportados (unos 238.500 tártaros de Crimea, incluyendo a las mujeres y los niños), dos tercios llegaron a Uzbekistán. Otros terminaron en los campos del Gulag en la República Autónoma de Mari en la región del Volga Central de Rusia, en Kazajstán, o en el resto de Rusia.
La expulsión fue mal planeada y ejecutada, ya que las autoridades locales de las zonas del destino no fueron debidamente informados sobre su escala y no recibieron recursos adecuados para dar cabida a los deportados. La falta de alojamiento y comida, las duras condiciones climáticas de la zona del destino, y la rápida propagación de enfermedades generó una alta tasa de mortalidad en los primeros años del exilio. Según las encuestas realizadas por los activistas tártaros de Crimea en 1960, más de 109.956 (46,2%) tártaros de Crimea de los 238.500 deportados murieron entre el 1 de julio de 1944 y el 1 de enero de 1947 a causa del hambre y de las enfermedades. Del mayo al noviembre de 1944, 10.105 tártaros de Crimea murieron del hambre en Uzbekistán (9% de los deportados a Uzbekistán). Casi 30.000 (20%) murieron en el exilio durante un año y medio, según los datos del NKVD. Muchos tártaros de Crimea se vieron obligados a trabajar en los proyectos de gran escala llevados a cabo por el sistema soviético de GULAG (Dirección General de los Campos de Trabajo).
En 1967, por un decreto soviético fueron retirados los cargos contra los tártaros de Crimea, sin embargo el gobierno de la URSS no hizo nada para facilitar su reasentamiento en Crimea y garantizar reparaciones por las vidas perdidas y los bienes confiscados. A los tártaros de Crimea no se les permitió regresar a Crimea desde el exilio hasta el inicio de la Perestroika (reformas económicas destinadas a desarrollar una nueva estructura de la economía interna de la Unión Soviética, llevada a la práctica por Mijaíl Gorbachov) a mediados de la década de 1980. El regreso de los tártaros de Crimea a su patria comenzó a partir de 1987. A principios de 1990, los tártaros de Crimea fueron el tercer grupo étnico más grande de Crimea.
Medidas del gobierno de Ucrania para proteger los derechos de los pueblos deportados
Desde la independencia de Ucrania en 1991, el Gobierno de Ucrania asumió toda la responsabilidad por el destino de todos sus ciudadanos, incluyendo por los que regresan a su territorio después de la deportación. La Declaración de los derechos de las nacionalidades de Ucrania, las Leyes de Ucrania "Sobre las minorías en Ucrania", "Sobre el restablecimiento de los derechos de las personas deportadas por motivos étnicos" representan fundamentos jurídicos de la política estatal de Ucrania en la materia de la protección de los derechos de las personas deportadas. Los siguientes programas de adaptación social de los tártaros de Crimea fueron adoptados por el Gobierno de Ucrania: "Programa para promover la adaptación social de los jóvenes tártaros de Crimea en 2002-2005", "Programa del Consejo de Ministros de Ucrania sobre el reasentamiento de los tártaros de Crimea deportados y de otras nacionalidades que regresaron a Ucrania para la residencia, su adaptación e integración en la sociedad ucraniana para el período hasta el año 2010" (2006, ampliado últimamente hasta 2015).
Considerando la importancia de la protección de los tártaros de Crimea y de otras minorías étnicas en Crimea, ocupada temporalmente por Rusia, Ucrania emprendió varias acciones legislativas con el fin de proteger a los tártaros de Crimea. Mustafa Jemilev, diputado y ex jefe del Mejilis (Congreso del Pueblo Tártaro de Crimea), fue designado como representante del Presidente para los asuntos de los tártaros de Crimea. El 30 de marzo de 2014, el Parlamento de Ucrania aprobó un decreto "Sobre el reconocimiento de los tártaros de Crimea como pueblo autóctono de Ucrania".
La vida de los tártaros de Crimea después de la anexión de la Republica Autónoma de Crimea por Rusia
En febrero-marzo de 2014, la anexión rusa de la península de Crimea condujo a violaciones del derecho internacional y de los derechos humanos. Los tártaros de Crimea se convirtieron en blancos de desapariciones forzadas y secuestros por las autoridades de ocupación rusas y sus bandas ilegales.
Como resultado de la política de ocupación de Rusia, más de 10 mil tártaros de Crimea se vieron obligados a salir de la península y establecerse en su mayoría en diferentes partes de Ucrania continental. Muchos activistas de los tártaros de Crimea están prohibidos de entrar en Crimea.
El 26 de abril de 2016, el tribunal ilegal del estado, que ha ocupado la República Autónoma de Crimea, según la iniciativa de la autoproclamada “fiscalía de Crimea”, aprobó la decisión de prohibir el Mejlís del pueblo tártaro de Crimea tras reconocer su actividad como “extremista”.
Esta decisión es un nuevo paso en la cadena de crímenes de las autoridades de ocupación rusas contra los representantes del pueblo tártaro de Crimea. Es además una flagrante violación, por pare de Rusia como estado-ocupante, de sus obligaciones bajo el derecho internacional, así como de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial.
Durante los últimos dos años, el Kremlin ha convertido la península ucraniana en la zona de la opresión, intimidación y persecución, violaciones masivas de los derechos y las libertades fundamentales.
En este contexto, las acusaciones al Mejlís por la supuesta realización de actividades extremistas se ven especialmente cínicos.
A pesar de la fuerte condena, por todo el mundo democrático y civilizado, de la agresión rusa contra Ucrania y la ocupación de la República Autónoma de Crimea y de la ciudad de Sebastopol, el Kremlin, por todas sus acciones agresivas contra Ucrania, sigue menospreciando abiertamente el derecho internacional y las justas demandas de la comunidad internacional.
Conclusiones
La ONU, la OSCE, el Consejo de Europa y otras organizaciones internacionales han estado constantemente llamando la atención a numerosos casos de secuestros, torturas y encarcelamientos de ciudadanos de Ucrania, especialmente los tártaros de Crimea y activistas pro-ucranianos, por las autoridades de ocupación rusas.
La responsabilidad de todas las violaciones de los derechos humanos en Crimea la lleva Rusia como autoridad de ocupación, en virtud del derecho internacional.
La situación existente demuestra la urgente necesidad de medidas más activas por parte de la comunidad internacional para proteger los derechos humanos en la Crimea ocupada y garantizar libre acceso de los organismos internacionales de derechos humanos para vigilar la situación en el campo de los derechos humanos en la península.
Se puede poner fin a las violaciones sistemáticas de los derechos humanos y las libertades fundamentales en la Crimea ocupada y cesar las represiones y las intimidaciones sólo cuando Rusia esté forzada a terminar su agresión contra Ucrania y volver al cumplimiento estricto del derecho internacional y de sus obligaciones jurídicas internacionales. En este sentido, llamamos a los socios de Ucrania a intensificar los esfuerzos para poner en marcha un mecanismo internacional de la de-ocupación de Crimea.
Embajada de Ucrania en la República Argentina
Mayo de 2016
#CrimeaIsUkraine #NeverAgain