Comunicado de la Embajada de Ucrania en la República Argentina: "Rusia rompe abiertamente el proceso de paz de Minsk: fuerzas terroristas pro-rusas han intentado una ofensiva masiva"
El 3 de junio de 2015, en las localidades de Mariinka y Krasnohorivka los terroristas lanzaron un bombardeo masivo de las posiciones de las fuerzas ucranianas utilizando los sistemas de artillería prohibidos por los acuerdos de Minsk. Los militantes utilizaron sistemas de lanzamiento de misiles múltiples que también bombardearon las localidades de Pisky, Nevelske y Vodiane. Además, los grupos terroristas llevaron a cabo el intento para ocupar Mariinka. Participaron en la ofensiva cerca de mil terroristas con el apoyo activo de los tanques, vehículos de combate y piezas de artillería de calibre 122 mm y 152 mm. Según los expertos, tales acciones tienen por objetivo la ocupación de nuevos territorios y la creación de las llamadas "calderas".
La parte ucraniana inmediatamente informó a los representantes de la Misión Especial de Monitoreo de la OSCE sobre la escalada del conflicto armado por los terroristas, y en la presencia de los representantes de la Misión se dirigió oficialmente a los representantes de las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia para que influyesen a los llamados "dirigentes" de los terroristas y parasen el ataque de los grupos armados ilegales. Fue advertido que, en el caso contrario, las Fuerzas Armadas de Ucrania se verían obligadas a devolver a las posiciones de fuego la artillería de 100 mm retirada anteriormente de conformidad con los acuerdos de Minsk.
Durante mucho tiempo, las Fuerzas Armadas de Ucrania contenían el avance de los terroristas usando los armamentos disponibles. Debido a la falta de una respuesta constructiva de la parte rusa, la parte ucraniana comenzó a utilizar la artillería pesada, lo que permitió detener el ataque de los terroristas a gran escala.
Como resultado de los enfrentamientos, dos soldados ucranianos fallecieron y 30 resultaron heridos. Lamentablemente hubo víctimas también entre la población civil.
Con vista a lo sucedido hay que destacar lo siguiente:
– Por la primera vez desde la ofensiva de las fuerzas terroristas rusas a la ciudad ucraniana de Debáltseve (febrero de 2015), los acuerdos de Minsk se encuentran al borde de la ruptura debido al aumento significativo de la escalada de hostilidades por parte los militantes apoyados por Moscú.
– Las violaciones continuas, por parte de Rusia y sus fuerzas, de los acuerdos de Minsk llegaron a su apogeo. No hay excusas y explicaciones a nuevas víctimas y al ataque masivo.
– La escalada militar se llevó a cabo en el contexto de los intentos de Rusia de interrumpir las consultas en Minsk en el marco del Grupo de contacto trilateral;
– Para detener el ataque enemigo y evitar pérdidas entre los militares, el mando ucraniano se vio obligado a devolver a las posiciones de fuego y aplicar la artillería.
– La parte ucraniana no cedió a las provocaciones y utilizó todos los métodos pacíficos de la influencia sobre el agresor. Tan sólo después de haber agotado todos estos métodos, Ucrania se vio obligado a aplicar las armas pesadas. Las tropas ucranianas no pasaron a la ofensiva y pararon de disparar en respuesta inmediatamente después del cese de la ofensiva de los militantes.
– Gracias a los esfuerzos operativos, bien calculados y eficientes de la parte ucraniana ha sido posible evitar una nueva escalada de la situación en el Donbás y no lograr el objetivo principal del Kremlin – hacer fracasar los acuerdos de Minsk por “culpa” de la parte ucraniana.
– La parte ucraniana llama a los socios internacionales para que hagan la condena más enérgica de las acciones de Rusia y den una evaluación adecuada de la política agresiva del Kremlin con relación a Ucrania.
– La parte ucraniana espera que la Cumbre del G-7 adopte una serie de decisiones de importancia estratégica para Ucrania en el ámbito del apoyo eficaz al Estado Ucraniano en su lucha contra los agresores rusos.
– Rusia ha emprendido un camino claro hacia la confrontación. Con el objetivo de evitar el fracaso del proceso de paz de Minsk, la comunidad internacional debe tomar todas las medidas para aplicar la presión reforzada adicional sobre Rusia y ayudar a Ucrania.