Comunicado de la Embajada de Ucrania sobre la detención de dos militares rusos que realizaban actos subversivos en el territorio de Ucrania
Ucrania ha imputado por terrorismo a los dos militares rusos capturados el pasado 17 de mayo en el este del país. Se trata del capitán Yevgueni Yerofeyev y el sargento Alexander Alexandrov los cuales resultaron heridos y fueron detenidos durante un combate con las fuerzas ucranianas junto a la ciudad de Schastie, en la región de Lugansk. En el combate un soldado ucraniano fue muerto y otros tres heridos. Los dos militares han confesado ante una cámara ser oficiales en activo del GRU (inteligencia militar rusa) que cumplían una misión de reconocimiento en esta zona de Ucrania controlada por tropas separatistas fieles a Moscú, desde el pasado mes de abril.
"Nuestras órdenes eran vigilar a las unidades del enemigo en la primera línea", reveló Yeroféyev, que en un vídeo difundido por el Servicio de Seguridad de Ucrania se identifica como oficial ruso en activo con rango de capitán y jefe de un grupo subversivo de 12 soldados, emplazado en la ciudad de Lugansk.
El Presidente de Ucrania Petro Poroshenko dijo en una conferencia de prensa que "la agresión rusa quedó al descubierto ante todo el mundo estos días, cuando militares ucranianos detuvieron a dos efectivos de las fuerzas especiales rusas, miembros de las tropas regulares de Rusia". El Mandatario ucraniano también confirmó que "los militares ucranianos cumplieron con todas las exigencias humanitarias" en el trato a los prisioneros, a los que se les prestó toda la asistencia médica necesaria. Este hecho fue confirmado por representantes de organizaciones humanitarias internacionales que el 19 de mayo visitaron a los detenidos en el hospital militar de Kiev.
La captura de los dos oficiales de inteligencia rusa y la revelación de su identidad ha sido un golpe muy duro para Moscú. A pesar de la insistencia de la mentirosa propaganda rusa de mostrar que supuestamente no hay militares activos rusos en el territorio de Ucrania, este hecho es más una prueba convincente de la participación directa de Moscú en el conflicto en el Este de Ucrania. Luego de la captura de los dos militares la primera reacción del Kremlin fue afirmar que no eran rusos y que pertenecían a las “milicias” de Lugansk y sólo después de ver las pruebas contundentes y oír las declaraciones de los propios detenidos el ministerio de Defensa ruso reconoció que son ciudadanos de ese país, pero aseguró que "en el momento de su detención ya no eran militares en activo de las FFAA rusas”.
Es interesante comparar la situación de los dos militares rusos con la de la piloto ucraniana Nadia Savchenko quien hace 11 meses está detenida ilegalmente en Rusia. Ella fue capturada por separatistas en Ucrania, trasladada clandestinamente a Rusia y está enfrentando cargos infundados ante la justicia rusa. Todas las máximas autoridades de Ucrania y un enorme grupo de líderes mundiales y organizaciones internacionales están exigiendo la liberación de Nadia quien fue elegida diputada del parlamento ucraniano y miembro de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. Mientras tanto, a los dos militares rusos que han cometido graves delitos en el territorio de otro país, sus jefes al principio querían abandonar y no reconocer como sus conciudadanos.
Ucrania llama a la comunidad internacional y a todos los países democráticos que ejerzan su influencia sobre Moscú para que deje de apoyar a los terroristas en el Este de Ucrania, que retire sus tropas y material bélico del territorio de Ucrania y que cumpla sus compromisos asumidos en el ámbito de los acuerdos de Minsk para asegurar el arreglo pacífico del conflicto y allanar el camino hacia la paz en Ucrania.