El 26 de abril, Ucrania y todo el mundo honran la memoria de las víctimas de la catástrofe de Chornóbyl
Esta catástrofe fue uno de los mayores desastres ambientales en la historia de la humanidad. Por su magnitud, constituye el accidente más grave de carácter tecnogénico y ecológico de la civilización. En consecuencia de esta catástrofe quedaron irradiados más de 145 mil kilómetros cuadrados de los territorios de Ucrania, Belarús y Rusia, el número de víctimas asciende a 5 millones de personas, la radiación contaminó más de cinco mil ciudades, aldeas y poblados, 2218 de ellos con la población total de 2,4 millones de personas están situados en el territorio de Ucrania.
Fue la madrugada del 26 de abril de 1986… El 4º bloque de la central nuclear de Chornóbyl sufrió una terrible explosión. En consecuencia de dicha explosión, salieron expulsados a la atmósfera una enorme cantidad de dióxido de uranio, carburo de boro, óxido de europio, erbio, aleaciones de circonio y grafito, los cuales causaron cientos de miles de víctimas a causa de la gran cantidad de radiación; otros millones de personas hasta hoy día continúan teniendo efectos colaterales por la radiación que sigue latente, y que además dejó inhabitable a la ciudad de Prypiat que se convirtió en una ciudad fantasma y otros pueblos linderos, cuyos habitantes fueron evacuados para siempre y sus casas demolidas y enterradas a 6 metros bajo tierra por la gran radiación que había en sus estructuras.
Estaba a punto de ocurrir una segunda explosión supermasiva, muchas veces mas grande que la primera, y en caso de que ocurriera hubiera dejado inhabitable a toda Europa.
Afortunadamente esta explosión jamás ocurrió, gracias al heroico trabajo de militares, bomberos, ingenieros, mineros, obreros, constructores y otros voluntarios que se encargaron de hacer las labores de contención, sacrificando sus propias vidas a cambio de salvar millones, este grupo de héroes de la humanidad fue denominado como “los liquidadores”.
Desde el día 27 de abril de 1986, el Gobierno de Ucrania evacuó a la población de las ciudades de Prypiat, Chornóbyl y otros aldeas y poblados ubicados dentro de la zona de 30 kilómetros alrededor de la central.
Otro factor que formó en la sociedad ucraniana una gran tensión social y psicológica en aquel tiempo era la ocultación de la información real sobre la catástrofe de Chornóbyl. Las autoridades soviéticas hicieron todo lo posible para dejar en secreto la catástrofe. En una actitud necia, no querían que el resto del mundo se enterara de lo ocurrido en Chornóbyl, por lo que emplearon todos los medios posibles para resolver el problema por sus propias fuerzas.
La catástrofe de Chornóbyl demostró que los desastres nucleares tienen consecuencias globales y afectan los intereses vitales de muchos países. La superación de las consecuencias de una catástrofe tecnogénica de esta envergadura demanda esfuerzos no sólo de un país, sino de toda la comunidad internacional.
Ucrania, que hace 29 años conoció el horror de un desastre nuclear, tiene una obligación moral de informar a todo el mundo la verdad sobre Chornóbyl, y hacer todo lo posible para mancomunar los esfuerzos de la comunidad internacional para desarrollar una estrategia común para el uso seguro de la energía nuclear. La base de este paradigma serán los principios de responsabilidad compartida, solidaridad, transparencia y los esfuerzos conjuntos de todos los países del mundo para prevenir la repetición de tales tragedias en el futuro.