El 19 de julio, el Ministerio de Defensa ruso anunció que la Federación de Rusia tendría la intención de atacar a todos los buques mercantes del Mar Negro con destino a puertos ucranianos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania condena de forma contundente cualquier amenaza del uso de la fuerza contra buques civiles sin importar su bandera. Las declaraciones de Rusia atropellan la libertad de navegación en todo el mundo.
Las intenciones de Rusia de considerar a los buques extranjeros como objetivos militares constituyen una violación grave de las obligaciones que ella asumió en virtud del derecho internacional con todos los Estados que navegan de forma pacífica en el Mar Negro.
De conformidad con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, los buques mercantes de Estados no implicados en un conflicto armado tienen el derecho a navegar libre y pacíficamente, que no se considera un acto de agresión. Las normas del Derecho Internacional Humanitario prohíben cualquier ataque contra los buques de Estados neutrales, a menos que participen en hostilidades o las apoyen.
No hay ningún motivo para creer que los buques mercantes extranjeros estén apoyando actos de guerra por el mero hecho de exportar cereales a otros países que los necesitan para prevenir hambrunas.
Las acciones de Rusia no pueden justificarse por ninguna norma del derecho internacional, incluido el derecho de un beligerante a imponer un bloqueo. La declaración de Rusia no tiene ningún propósito militar legítimo, sino que su objetivo es intimidar a los Estados neutrales. La declaración de Rusia se aplica a todo el Mar Negro, no sólo a las zonas adyacentes a los puertos ucranianos. Además, no hace ninguna excepción por las consideraciones médicas y otras de índole humanitaria, como lo exigen las leyes de la guerra en el mar.
El retiro del «Acuerdo del Grano» por la parte de Rusia y sus cínicos ataques regulares contra la infraestructura portuaria ucraniana, las instalaciones de apoyo de la navegación y los silos de cereales no son más que los intentos de Rusia de eliminar a un competidor del mercado, aumentar de forma premeditada los precios mundiales de los alimentos y enriquecerse a costa del sufrimiento de millones de personas en todo el mundo.
Urgimos a que nuestros socios apoyen plenamente la iniciativa ucraniana de establecer un corredor marítimo humanitario en el Mar Negro. El corredor humanitario permitirá a restablecer las rutas vitales del suministro de alimentos a las regiones que más lo necesitan.
Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que condene las acciones de Rusia y tome las medidas apropiadas para garantizar la seguridad de la navegación en el Mar Negro como garantía de la seguridad alimentaria en el mundo.