El 24 de agosto de 1991, en el mapa político del mundo, justo en el centro geográfico del Continente Europeo, apareció Ucrania, un nuevo estado libre e independiente, el más grande país europeo por el tamaño de su territorio nacional. Aquel día histórico se cumplieron las aspiraciones multiseculares del antiguo pueblo ucraniano de tener su propio estado, de poder decidir libre e independientemente su propio destino.
Este mismo día la Verjovna Rada de la RSS Ucraniana proclamó el Acta de la Declaración de Independencia de Ucrania, donde se dice que nuestro país tiene una tradición larga de la construcción del estado. Y es verdad. Este año celebramos el centenario de la creación de la Rada Central Ucraniana y del comienzo de la Revolución Nacional Ucraniana del siglo XX. En dos años – en 2019 – vamos a celebrar el milenario de la subida al trono en la Rus de Kyiv del Gran Príncipe Yaroslav el Sabio. Es la profundidad histórica real de nuestro estado.
Cada atributo de este estado – nuestra bandera, nuestro escudo, nuestro himno, nuestro idioma, nuestras fronteras – ahora no son una mera abstracción o una formalidad para el pueblo. Son los marcadores de la identificación ucraniana. Son verdaderos símbolos patrios, de cuya posible pérdida tomamos conciencia en 2014, con el comienzo de la agresión rusa contra nuestro país.
Durante más de dos décadas que pasaron desde la proclamación de la Independencia, Ucrania ha transformado completamente su sistema político y económico, convirtiéndose en un país libre, democrático y moderno, que está en pleno camino de la integración política y económica con la Unión Europea y la Alianza Atlántica.
En este sentido, el año 2017 fue muy simbólico para el Pueblo Ucraniano. En primer lugar, en junio empezó a funcionar el régimen de viajes sin visados para nuestros ciudadanos a la Unión Europea y a otros países asociados con “Schengen”. Para los ucranianos es un reconocimiento de nuestra identidad europea por parte de la misma Europa. El otro reconocimiento de casi misma importancia es la entrada completa en vigor desde el próximo 1º de septiembre del Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la Unión Europea. La terminación del proceso de ratificación de este Acuerdo, firmado en 2014, significa el final de una etapa muy crítica en nuestra integración europea, ya que el Acuerdo prevé la asociación política e integración económica con la creación de una zona de libre comercio entre Ucrania y la Unión Europea.
El 6 de julio el Presidente de Ucrania Petró Poroshenko firmó la ley con la cual se renueva el rumbo oficial de nuestro país hacia la aproximación con la OTAN y se proclama la intención de Ucrania de adherirse futuramente a la Alianza Atlántica. Dentro del país estamos implementando un nuevo Concepto del desarrollo del sector de la seguridad y defensa de Ucrania. Duplicamos el presupuesto militar. Nuestro ejército se hace cada vez más profesional: 70 mil personas han firmado los contratos con las Fuerzas Armadas de Ucrania. La presencia de los ministros de defensa de los países socios en el desfile militar de Kyiv con motivo del 26º aniversario de la Independencia, así como la participación en dicho desfile de las unidades de las fuerzas armadas de 9 países-miembros de la OTAN evidencia nuestro avance en esta dirección, así como la creciente solidaridad del mundo con Ucrania en nuestra lucha contra la agresión rusa.
Los resultados alcanzados no fueron apenas el corolario de un arduo trabajo que tuvieron que realizar las autoridades ucranianas en los últimos años – para cumplir con las reformas lanzadas por el Gobierno Ucraniano en muchas áreas después de la Revolución de Dignidad: desde la seguridad de documentos a control de migraciones, desde la creación de agencias especializadas anti-corrupción a la introducción del sistema más avanzado de declaraciones electrónicas de patrimonio e ingresos de los funcionarios públicos, desde la elaboración de programas estatales de la lucha contra la trata de personas a la reforma radical de la policía, desde la reforma del sistema judicial hasta el completo “relanzamiento” de la Corte Suprema de Ucrania.
Las reformas realizadas ya traen sus resultados. Se puede ilustrarlo en algunos números del estado actual de la economía de Ucrania. En 2016, por la primera vez en 4 años, se ha registrado un crecimiento del PBI – en el nivel de 2,3%. Eso es un número bastante significativo si tomamos en cuenta que, a raíz de los acontecimientos del “Euromaidán”, la anexión ilícita de Crimea y la guerra subsiguiente contra los agresores rusos, los tres años anteriores teníamos estancamiento o una caída sustantiva de la economía.
Todo esto demuestra que estamos avanzando en la dirección correcta. Por eso, al festejar un nuevo aniversario de la Independencia de Ucrania, tenemos confianza en nuestro futuro. Celebrando esta fecha significativa en la vida de nuestro Estado, creemos que la próxima etapa anual del avance independiente de Ucrania será iluminada por el refuerzo de la soberanía y la unidad nacional, por el fortalecimiento de las reformas democráticas y los valores europeos, por el seguimiento del camino del desarrollo económico sostenible, por la profundización de las relaciones mutuamente beneficiosas entre Ucrania y sus socios internacionales en todas las áreas de interés mutuo.
Buenos Aires, 23 de agosto de 2017